La iglesia está más viva y creativa

La vida de la Iglesia desborda los muros de nuestras parroquias. En ningún momento la Iglesia ha estado cerrada sino más viva y creativa que nunca. La prioridad de la Iglesia son las personas más vulnerables. Nos estamos encontrando con un problema económico las empresas, las familias, y también dentro de las diócesis y las parroquias, por esta falta de ingresos en tanto tiempo. De ahí la llamada a la generosidad en los presbíteros, familias y comunidades.

Y en ese contexto de necesidad, hay que reiterar, la prioridad son los más pobres. Hay que preguntarse: ¿Cuál sería la actitud más acertada que responda a ese deseo sincero de “ponernos a su disposición” para caminar unidos como Pueblo de Dios? Viene la respuesta: Acoger las claves que ha ido dando el Papa Francisco para esta nueva normalidad: rehuir la autosuficiencia y el orgullo, apostar por la solidaridad y la cultura del encuentro, conversión personal y pastoral, una vida familiar y eclesial más sencilla y austera, y una vuelta a las raíces de nuestros mayores y de nuestra vida.
Mons. Bolívar Piedra

VOZ DEL PASTOR
Consagración de las familias a la Virgen María

Una de las devociones más significativas del mes de mayo es el rezo del Rosario en la familia. Padres e hijos, hermanos, abuelos y nietos se reúnen en torno al altar familiar. A su manera hablan con la Virgen y le cuentan sus penas y alegrías, se encomiendan a su protección y le piden su maternal bendición.

Este mes, caracterizado por el distanciamiento, debido a la pandemia del COVID 19, el Santo Padre nos hace la siguiente invitación para vivirlo con María: “He pensado proponerles a todos que redescubramos la belleza de rezar el Rosario en casa durante el mes de mayo. Ustedes pueden elegir, según la situación, rezarlo juntos o de manera personal, apreciando lo bueno de ambas posibilidades. Pero, en cualquier caso, hay un secreto para hacerlo: la sencillez; y es fácil encontrar, incluso en internet, buenos esquemas de oración para seguir… Contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá todavía más como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba”.

En nuestra Arquidiócesis, además del rezo diario del Rosario, en este mes de mayo, con el material elaborado por la Comisión de Asambleas Cristianas y el rezo diario del Ángelus, les invito a Consagrar nuestras familias a la Virgen María en la Eucaristía de este domingo 3 de mayo. Con este gesto ponemos a nuestro pueblo en las manos de María. Su cercanía y la actitud maternal de servicio humilde nos invitan a la solidaridad con los hermanos necesitados.
Mons. Marcos Pérez
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