En la segunda lectura, la Carta a los romanos nos habla de nuestro bautismo. Por él hemos sido incorporados a Cristo, identificados con Él: Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él... Asà también nosotros andemos en vida nueva.
En el Evangelio, Cristo a más de dar unas indicaciones y requisitos para su seguimiento como son: dejar la familia, cargar la cruz y renunciar a si mismo; nos sorprende con las paradojas de la vida cristiana: el que encuentre su vida la perderá, y el que pierda por mi, la encontrará, para luego pasar a nuestro tema de hoy, la acogida.
El que los recibe a ustedes me recibe a MÃ, y quien me recibe a Mà recibe a quien me ha enviado. El que recibe a un profeta como profeta recibirá premio de profeta, y el que reciba a un justo como justo recibirá premio de justo; el que dé a beber a uno de estos pequeños tan solo un vaso de agua fresca porque es mi discÃpulo, les aseguro que no perderá su recompensa.Esta narración trae a mi memoria una historia, titulada Pagado con un vaso de leche: Un joven pagaba sus estudios trabajando de vendedor ambulante, cierto dÃa sintió hambre pero no tenÃa dinero para almorzar. Venciendo la verguenza que le daba mendigar tocó una puerta para pedir algo, al abrir una hermosa joven, se acobardó y solo pidió un vaso de agua.
Ella, sin embargo, le trajo un vaso de leche. TÃmidamente preguntó: ¿Cuánto le debo?. Nada, respondió ella. Mi madre nos enseñó a nunca aceptar pago por hacer un favor. Entonces le agradezco de corazón, respondió el joven. No solo sintió fortalecido su cuerpo sino también en su fe en Dios y en la humanidad. Estaba pensando en rendirse y renunciar.
Muchos años aquellas mujeres, se enfermó gravemente. La enviaron al hospital de la ciudad donde un famoso especialista... La lucha fue larga, pero la señora se salvó. Ahora su preocupación era el costo de hospitalización, mas su sorpresa fue mayor cuando recibió la factura y leyó: Todo pagado por completo con un vaso de leche. Firmado: Dr. Howard Kelly.